25 de octubre de 2013

La increíble historia de Mary Ann Coven

Retrato por Edward Athur Walton
Sería yo un gran mentiroso si les dijera que sé cómo empieza esta historia, pero lo que sí puedo jurar, es que todo lo que les voy a contar en este pequeño relato, pasó realmente.

Aquella noche de 1847 había finalmente terminado la búsqueda de la hija de Lord Coven, Mary Ann. El desenlace no fue lo esperado. Fue una trágica escena, una imagen tan triste como imposible. La posición en la que fue encontrada, su expresión. Las mil suposiciones y teorías que no encajaban en la lógica de nadie. Era como un cuento de hadas que había terminado mal, pero tan hermoso como espeluznante.

Había sido enviado desde Boston al condado de Essex por orden del jefe de la policía y a petición de su cercano amigo Lord Coven para la investigación de la desaparición de la señorita Mary Ann. La súplica del padre desafortunado era de absoluta discreción, pero la discreción es en la mayoría de los casos un obstáculo en una investigación, sobretodo, cuando es el mismo Lord Coven quien se niega a responder preguntas.