27 de mayo de 2013

La bella y la bestia

La bella y la bestia

Mientras se arrancaban la ropa en la oscuridad, velas se encendieron en toda la habitación. Y aunque la penumbra se desvanecía, ella sintió temor.

—Está bien, sólo es un pequeño truco de magia. — Dijo él. Y la tranquilizó con un beso. — Vamos cariño, cierra tus ojos.

Ella confió y cerró sus ojos al tiempo que él se convertía en una bestia horrible. 

Esos ojos, nunca se abrirían otra vez.

FIN..


L.D.

13 de mayo de 2013

Belladona


Belladona-Gótico

Belladona, hermosa mujer. Bello nombre para un veneno tan letal. Ella, la mujer de mis sueños, mi belladona, tomaría la mitad del frasco del purpúreo líquido mortal. Yo la vería irse, la cuidaría hasta el final. Esperaría a que durmiera el sueño eterno y después la seguiría, ese era nuestro pacto.

Ella bebió el líquido púrpura, sus hermosos labios rojos se oscurecieron un poco y ella me besó por última vez. Poco a poco fue perdiéndose, como si caminara lento hacia un acantilado, con la mirada fija en un horizonte que no se distingue, pues el día frío cubrió de neblina el mar, pero, ella está segura de que lo que hay al caer, es lo que quiere.

Y se fue, se lanzó por el acantilado y se hundió en la negrura de la noche eterna, yo la cuidaré mientras termina por ahogarse. La veo en paz, convencida de que ya nadie podrá separarnos, ni sus padres ni los míos, ni la religión,  ni la moral. Somos eternos. La tengo en mis brazos, luce tan hermosa como siempre, blanca como la sal, con sus pecas en el rostro y sus ojos grandes que ya se han cerrado. El frasco de veneno sobre la mesa brilla como un faro en la niebla. La luna me dice que esté tranquilo, pero verla a ella ya sin vida, me destroza. Lloro como un niño perdido, la beso, la abrazo, le digo que la amo tanto, pero, ella no me responde, se ha ido.

2 de mayo de 2013

Le masque de peau morte



Máscara de piel muerta-La huesera Laurie Lipton
Bailo sobre lo que has creado, sin rastro de culpa, sin prenda que me cubra. Hundo mis pies descalzos  en las entrañas de los cuerpos expuestos, ésos que tú pusiste allí para mí. 

Hombres y mujeres apilados, parece caótico, pero, tienen un orden. Los cortaste con un cuchillo solamente, el tiempo que debió tomar. Aprecio tu empeño, los regalos que hace uno mismo, siempre son los mejores.